El fabricante de los implantes mamarios defectuosos PIP, Jean-Claude Mas, ha sido encarcelado en Marsella (al sureste de Francia) por no haber pagado la fianza que le había impuesto la juez que le imputó por su presunta responsabilidad en este escándalo sanitario de alcance internacional.

Mas, según fuentes de la investigación citadas por los medios franceses, ingresó la pasada noche en la prisión de Baumettes al haberse cumplido el plazo para el pago de la fianza de 100.000 euros que le había impuesto la magistrada Annaick Le Goff.

Le Goff le acusó de homicidios involuntarios y lesiones el pasado día 26 tras tomarle declaración bajo el estatuto de arrestado.

El empresario fue objeto ya de otra investigación judicial por estafa, cuya fase de instrucción se cerró el pasado octubre.

La investigación judicial contra Mas arrancó cuando comenzó a detectarse cáncer en mujeres con implantes PIP, que tenían un precio significativamente más bajo que otros. Según las autoridades de vigilancia, se han registrado 20 casos, pero subrayan sin embargo que hasta la fecha no se ha establecido una relación entre la aparición de tumores.

Lo que sí se sabe es que esta marca de implantes contenía un gel distinto al declarado para obtener el certificado CE y conllevan un riesgo más elevado de rotura y efectos secundarios como infecciones.

En una acción sin precedentes, y por un principio de prevención, el pasado mes de diciembre, el gobierno de París instó a la retirada de las prótesis a las 30.000 francesas que llevan estos implantes. En otros países europeos también se recomendó a las mujeres que se retiren las prótesis.

Antes, en marzo de 2011, las autoridades sanitarias galas ya habían dado la alarma y habían retirado del mercado este producto, de la empresa Poly Implant Prothèses (PIP), que había sido fundada por Mas en 1991 en la Costa Azul, y que llegó a ser el tercer productor mundial de ese tipo de prótesis, con ventas principalmente a países latinoamericanos y europeos.

Jean-Claude Mas ya ha reconocido que para reducir los costes de las prótesis empleó una silicona cuyo uso no está permitido para estos casos. El empresario negó sin embargo que el material sea perjudicial para la salud.